11 marzo 2008

victoria socialista


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Y la niña de Rajoy, creció, se hizo mayor y votó por el PSOE.
Ver artículo: “ZP: el surfista del 9-M” de Jorge Velandia
http://www.worldimagepress.org/Despana-9m.htm

ZP: El surfista del 9-M

El tsunami del bipartidismo golpea a la democracia española y en la cresta nada más y nada menos que un surfista: Rodríguez Zapatero que gana las elecciones generales con un resultado excelente. Pero sin mostrarse perdedor ni mucho menos, otro surfero: Mariano Rajoy, como pez en el agua.
Y mientras en los grandes partidos hacen la ola, los pequeños sucumben al paso de la marea y pierden hasta los escaños. Izquierda Unida, que tanto prometía en un origen lejano se marchita y desmorona. ¿Dónde irá la izquierda española? ¿Dónde están esos puños en alto que tanto aterrorizaron a la derecha cuando murió el dictador Franco? Reciclada.

Otro partido que no hace surf pero que flota en esta inundación bipartista es CiU. Verdadero ganador en la práctica, porque ahora son ellos casi en exclusiva los que tienen licencia para negociar, los que tienen la llave para que el gobierno haga realmente lo que quiere. Pero todo tiene un precio. Desde Barcelona llega un ruido extraño causado por algunos políticos frotándose las manos.

El surfista del 9-M tras unos segundos de luto rigoroso se puso a brincar emocionado y con razón. Existía la duda de cómo se comportaría el votante de izquierdas ya que las decepciones han sido unas cuantas. Planeaba el fantasma de si era cierto que el PSOE ganó en el 2004 por culpa del 11-M como gritaba el PP... ZP respiró con tanto alivio que ha tardado en bajarse de la nube un par de días. Tiene motivos para surcar las aguas en su tabla. Tabla salvadora en este caso, hecha de votos reciclados.

Pasada la tormenta vienen las dimisiones, las alegrías, los planes… y se traza el rumbo de los próximos cuatro años. Algunos hasta hacen planes más allá.
Rajoy, al que muchos veían ya dimitiendo dice que continuará surcando esas mareas en su barco de guerra. ¿Y la niña de Mariano? ¡Saltando en la calle Ferraz! Tranquilo Mariano, eso pasa hasta en las mejores familias. “Y la niña votó por el PSOE” Ya madurará, Mariano, no te preocupes, logrará ser una buena ama de casa católica con muchos hijos y bajo el ala de un maridito trabajador. Miren si no a la abnegada esposa del mismísimo Rajoy que tuvo que dejar su trabajo para cuidar de su hija, ya que el marido andaba "muy ocupado" en su importante campaña. A eso le llaman en el PP "igualdad" y algunos votantes hipocresía. ¿Será esa una de las claves del resultado electoral? La guerra levantada por la iglesia con claros tintes políticos han dado más miedo que otra cosa. La manipulación de las asociaciones de víctimas, las meteduras de pata sobre ecología, el contraste entre las promesas y las realidades en tema de impuestos (véase el caso de Salamanca) la exigencia del PP para que el presidente pidiera perdón por cosas mucho más leves que las de Aznar, que en su día no pidió perdón y sigue en sus trece... La lista es larga y digna de estudio. Muchos esperan ver en el PP ciertos cambios de estrategia, pero si las alturas del partido, las "fragancias" y los "aznares" no quieren, dudo mucho que tal fenómeno se produzca.

La niña de Rajoy se jugaba en estas elecciones el dar un paso adelante o un paso hacia atrás. Se jugaba el futuro o el retroceso y creo que por mucho que miren con la lupa los resultados, España ha hablado. Ahora toca caminar hacia delante, auque el hielo de la crisis sea muy delgado. Ahora toca pasar revista a las promesas electorales, cuántas serán olvidadas, cuántas serán retorcidas, cuántas cumplidas.

¿Es justo que media población deba ir en una dirección contraria a sus ideas, solo porque la otra media tiene a uno más entre sus filas? No parece pero así es este juego absurdo de la democracia bipartidista. El caso es que medio país quedará refunfuñando la victoria de la otra mitad, como siempre.
A este paso terminaremos como en el Reino Unido o en EEUU, con solo dos opciones de voto: derecha y extrema derecha y a la larga los dos terminarán gobernando el número suficiente de veces como para repartirse el pastel a su gusto. La verdad es que los líderes pequeños tienen razón en quejarse desde su anunciada extinción. La culpa es del marketing, que le daba a todos un aspecto tan parecido que nos hacía dudar de la necesidad de tanto partido. Al fin y al cabo todos prometen igual, con el mismo estlo y la misma sonrisa falsa de anuncio publititario.

Al final España segurá debatiéndose entre la derecha y la izquierda, aunque la derecha sea extrema y la izquierda bastante diestra. Será algún tipo de maldición, o quizá un plan establecido.

Ahor toca, no sé por qué, borrón y cuenta nueva.

Anónimo dijo...

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